El Peso de las Palabras

Respiré palabras que fueron siempre idénticas. Las respiré porque creía no poder formular las mías. Y con mi mutismo perdí el sentido a la existencia. Me quedé en las filas de atrás bien modoso, viendo como la vida pasaba, arrastraba, arrasaba... Y viendo aprendí que con ver no somos suficientes, que ni haciendo llegamos a ser nada. Pero respirar palabras es bien pesado y ver es demasiado aburrido cuando en tus manos está la capacidad de crear y de hacer. Me enfrenté al dogma, a lo preconcebido y vencí. Fui objeto de burlas y calumnias que me hubieran hundido, de no ser por las palabras de una persona que aún se vienen a mi memoria...

"Vas a ser grande, en tu interior reside una inteligencia que nada tiene que ver con la de los demás. Aprendiste a pensar solo, a crear solo... Te han intentado destruir, porque eres y serás objeto de envidias. Pero en el fondo aunque estés bien perdido Rodrigo sabes que estás destinado a hacer algo muy grande. Dios te hizo así. Tienes un don y si no estás seguro de ello, cierra los ojos y deja que tu mente se abra paso, te mostrará que en tu camino hay una luz que brilla con una fuerza sobrenatural. Ése, eres tú y el camino que te queda por andar."


Me levanté de la silla y me dispuse a dar lo mejor de mí. No con el fin de destacar. Sino con el de convertirme en lo que el Universo pudiese esperar de mí mismo. No quiero ser importante, sino hacer las cosas con la importancia que las manda, la evolución, que nos llama a mejorarnos.


La humanidad no está hecha para mantenerse silenciosa, evadida como el humo de las realidades que nos rodean. Estamos hechos para la burla, para la autoridad, como la única arma capaz de sortearla. Somos una herramienta a disposición del progreso. Nunca olvides eso.

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