Un Adorno en el Adiós.

Las hojas, perdidas en una historia en la que no eran correspondidas y preguntándose si habría otro verano sobre el que brillar en la Tierra, se deshojaban. Era un suicidar bien bello, carente de razón alguna, lento, gris, romántico...

Morir porque ante la duda lo harían mil veces. Por la inverosímil certeza del mañana. Del otoño pardo  cargado de húmedos lampos. Morir por locura, por ti, por inviernos más blancos... Y terminar terminando, conscientes de que he aquí la vida, imperfecta, imprecisa, en la que fallar es necesario para seguir estando, pero en cambio, morir es último, es único... Morir... es perfecto.


Óleo de Edouard Manet.


2 comentarios:

  1. "Por la inverosímil certeza del mañana". Me encanta la frase (bueno toda la entrada) es... Tan perfecta como la muerte que describes.

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  2. Orgasmos me produce leer la entrada.

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muchas gracias por comentar