Si Es Contigo Hasta el Cielo (II)

(Escribo una segunda parte de forma inusual porque me lo ha pedido una gran amiga y por eso a su vez se lo dedico, Elena, para que disfrutes y te sumerjas en el mundo inacabado de los sueños)


Llevaban ya algunos días en el tren, pero aún así no habían llegado. Los paisajes se habían ido intercalando entre coníferas y abedules, prados y montañas... La luz de los Balcanes era algo más naranja de lo que estaban acostumbrados, parecía hecha de miel y por eso resultaba empalagosa y casi palpable, en un ademán de emborrachar el ambiente verdoso con ese naranja tan particular producía una infinidad de sombras entre el bosque que danzaban agitadas por el viento y parecían lombrices negras que se ondulaban con el ritmo de un vals lento y pesado. Mientras estaba él y estaba ella, en su compartimento granate con sus literas y sus sillones de madera. Se miraban fijamente y se hacían el amor en silencio, lo hacían con cada caricia y con cada examen que sus ojos realizaban minuciosamente por las facciones perfectas del otro. Era amor recíproco por eso lo hacían y lo urdían, en ocasiones se dedicaban sonrisas que les hacía volver a la realidad o besos que les sumían en la más absoluta pasión y les devolvía ese ligero erotismo que parecían haber perdido petrificados uno frente al otro.

Por eso lo hacían, cada minuto recreaban más y más amor, no estaban montándoselo, no era el término por el que uso hacer el amor,  estaban inundando el habitáculo de afecto creado por ellos mismo, y también el vagón y el tren y los bosques y las ciudades, estaban derritiendo sus corazones y fusionándolos con su calor, convirtiéndose en uno, siendo perfección uno para el otro, siendo lo mejor y lo único y todo eso, rumbo a Estambul, rumbo al infinito...
-Me gustaría estar aquí siempre.
+Dentro de unas horas llegaremos.
-¿Y qué pasará con todo esto y la magia, acaso desaparecerá?
+No mi amor, la magia acaba de impregnarse en todas partes, acabamos de crearla, ahora somos uno, somos solo el producto de nuestro hechizo.

2 comentarios:

  1. Belleza pura. Rodrigo, esta entrada, al igual que la primera me parece preciosa. Me encanta, me fascina. Debo de ser una cursi, pero si un libro empezase así me lo compraría sin dudarlo.
    No se si la Elena a la que haces referencia es a mi, pero de todas maneras gracias. Gracias por haber escrito esto tan bonito.
    Un beso y mucho ánimo, que poco a poco tus relatos/textos/reflexiones son cada vez más buenos y maduros. Sigue así que llegarás muy lejos.

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  2. Sí elena iba por ti, pues muchisimas gracias y si eres abstante cursi, pero más yo que lo he escrito creo que algunos me van a matar por publicar esto y gracias a ti por apoyarme, eso si que es importante para mi :)

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muchas gracias por comentar