La trampa, mi trampa

Hoy en la comida tuve un dejabú, era un dejabú de otro dejabú es decir creía haber creído vivir esa conversación, mientras mi madre recitaba un proverbio de un árbol yo tomaba sopa y gastaba una broma sobre Sor María mi padre se enfadaba y recalcaba la presunción de inocencia, entonces mi madre preguntaba qué había pasado con aquella mujer... Lo importante no era la conversación que teníamos, eso era irrelevante, además era el tono de voz de mi madre, la exclamación de mi padre, el hecho de que la sopa no quemase y que mi vaso estuviese vacío, era mi madre y su proverbio y la cosa de que hablase de árboles, todo eso lo convertía en dejabú ¡todo! y lo que de verdad me preocupaba era la idea de pensar que mi vida se repetía en continuas secuencias... Parece una tontería pero me atormentó la idea de que algo no cambiaba, de que vivía en una misma etapa y todo se repetía, de que vivía en una farsa tal como la película del Show de Trumann entonces salió de mi esa vena retorcida y paranoica, esa que me hace distinto y en ocasiones llora y en ocasiones ríe... Se activó la parte del cerebro que me hace un poco menos cuerdo, la que es adicta de mi persona, de mi música, de mis palabras y mis letras... La que necesita del arte para vivir y para idear y donde residen las musas, mi subconsciente de artista. Sé que no estoy lo suficientemente mal como para estar loco pero también sé que no soy tan normal como para estar bien, estoy en esa fina línea que roza todos los sentidos, que roza la razón del cuerdo y la pasión del demente, pero en ocasiones esa parte atrofiada de mi alma se despierta y consigue conquistar mi voluntad y mi estabilidad y la altera y la destruye... y termina arrasando.
Es lo que me ha tocado vivir, la propia guerra de mundos que llevo dentro de mí y que nunca cesa porque nunca muere, y aunque yo me vaya y desaparezca, aunque exista el cielo o sea una mentira siempre quedará en los escritos, en el olor de mi ropa y en el recuerdo de cada uno de mis conocidos. Por eso en mi mundo es normal que se apodere esa sensación paranoica y terrible que me hace fallar y que me lleva a mis puntos álgidos en la escritura, pero estos arrebatos infames y enfermos de locura que son adictos a mi esencia vital no siempre construyen, en ocasiones también me destruyen.

4 comentarios:

  1. Vale, mmm... nose que decir. Me ha dejado sin palabras. A medida que iba leyendo digo: esta frase me gusta, y esta, y esta otra.. Joder, esta entrada es perfecta.. Me he quedado flipada. Enserio..

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  2. ajajjajaj graciiias =) lo del dejabu de hoy me ha dejado a cuadros en serio =| muchas gracias de nuevo sandra...la verdad es que no es mentira lo que digo, así es mi vida =S

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  3. gracias :) esta entrada es de mis preferidas

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muchas gracias por comentar