Me acosté, y el olor de las sábanas limpias se podía saborear, como si fuera un caramelo, mis piernas se resbalaban sobre el sedoso nórdico y el placer era insuperable, allí con el pijama corto, rozando con los dedos de mis pies el tacto agradable mientras se entremezclba con el olor a suavizante. Y mientras la humedad de estas empezaba a atravesar mis huesos, empapándolos de ese aroma y el sueño invadía mi mente haciendo de aquello una mezcla psicodélica de sensaciones pude notar como mi cuerpo me dejaba de responder y conseguí durante una fracción de segundo, sentirme dormido, después el subconsciente hizo su trabajo, creando un cóctel de momentos, donde que incluyó este, porque sin duda ayer, tuve dulces sueños.
escribes poesía en prosa! tienes una manera muy...romántica de hablar. Me encanta :)
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